La trata de personas es una de las expresiones de violencia más extremas que existen en el mundo y desafortunadamente, es uno de los delitos más difíciles de identificar.
Tan sólo este año, elementos de la Guardia Nacional y personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Nuevo León detuvieron a dos personas y rescataron a tres menores que eran víctimas de trata de personas y actos de pornografía, la Fiscalía General del Estado en Oaxaca desmanteló una red de reclutadores de niños para explotación laboral que enviaba a los menores a Monterrey, mientras que el 25 por ciento de las víctimas de trata en el Norte del país son migrantes.
Si bien el delito afecta en su mayoría a mujeres jóvenes, también victimiza a niñas, niños y adolescentes. De acuerdo a datos oficiales, la trata de personas afecta considerablemente y crecientemente a este grupo poblacional, ya que una de cada tres víctimas es menor de 18 años y la proporción de trata en niñas y niños se ha triplicado en los últimos quince años.
El Protocolo de Palermo define a la Trata de Personas como
“la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos”.
A pesar de los esfuerzos económicos y humanos que se han destinado para prevenir, erradicar y sancionar eficazmente el delito de la trata de personas, éstos han sido insuficientes para evitarlo en México y el mundo.
Nuestro país es uno de los que tienen más casos de trata de personas con fines de explotación sexual y mendicidad de menores. Desde el 2015 a la fecha, se han registrado 4,816 víctimas de trata en México. Es decir, 2 víctimas diarias. En ese mismo tiempo se han registrado 2,919 denuncias por trata en México, 1 diaria en promedio.
Nuevo León no es ajeno a esta problemática. El Estado es la segunda entidad con mayor número de denuncias por trata de personas y tan sólo el año pasado, el delito tuvo un incremento de 80 por ciento.
Recientemente, han incrementado la trata de menores y con ello, las estrategias de captación. Las redes sociales, los videojuegos y las aplicaciones han tomado especial relevancia en la captación de niñas, niños y adolescentes. De ahí la importancia de que nuestra infancia y juventud sepa qué es la trata de personas y cómo puede prevenirse.
Pese a que la ley en Nuevo León determina que los niños, niñas y jóvenes deben de recibir educación sobre qué es la trata de personas y cómo detectarla y denunciarla, actualmente no existen programas ni planes de estudios que aborden dicha problemática de manera objetiva, integral y profunda.
Por ello es necesario reformar la Ley de Educación para que esta contemple la prevención de la trata de personas desde las aulas para así inhibir la probabilidad de que nuestras niñas, niños y jóvenes sean víctimas.
Es urgente desarrollar y aplicar acciones para la prevención de la trata de personas, para sensibilizar a los educandos y padres de familia sobre este delito y alertar sobre el uso responsable de las tecnologías de la información y la comunicación, así como determinar y formular contenido para los planes y programas de estudio, que tengan por objeto la prevención del delito, particularmente el de trata de personas.
Si necesitas más información o denunciar, llama de forma anónima y gratuita al 9-1-1 y a la Línea Nacional Contra la Trata de Personas: 800 5533 000