¡TENÍAMOS RECURSOS Y NO LOS UTILIZABAN!

Hay un discurso reciente, promovido por el ahora ex gobernador, Jaime Rodríguez Calderón y el gobernador, Samuel García que ha resultado muy popular; Nuevo León no recibe lo justo.

Ambos no se han cansado de asegurar durante los últimos dos años, que el sur y el centro no aportan al resto del país, que presentan rezagos y desigualdades económicas y solo despilfarran y se embolsan el dinero que se produce en el norte. La solución, dicen con seguridad, es abandonar o al menos, revisar el Pacto Fiscal con la Federación. Sólo así, Nuevo León recibirá el dinero que necesita.

Los Informes de Gobierno, que entrega el Ejecutivo ante el Congreso cada año, nos permiten revisar con detenimiento la labor del Gobierno Estatal. También nos permiten cuestionar lo que se ha dejado pendiente y sobre todo, lo que no se ha hecho.

Esta semana en el Congreso, tras las presentaciones de los secretarios, lo que vi fue una especie de política pública de subejercicio; es decir, dinero enviado por la federación, etiquetado para ciertos rubros que no fueron utilizados y por lo tanto REGRESADOS A LA FEDERACIÓN. Teníamos recursos y no los utilizamos.

En mi revisión rápida sobre los subejercicios encontré casi 4 mil millones de pesos que no se ejecutaron o no se ejercieron, pero parece que nadie, ningún secretario, ni siquiera el Secretario de Finanzas de Nuevo León, puede responderme qué sucedió con ese dinero.

Durante la semana evidencié un modo de operación del Gobierno Estatal en el que continuamente se burlan del Poder Legislativo, pues cada vez que se les pregunta por un fondo público no hay una respuesta; 200 millones para la verificación, 150 millones para las escuelas, etc.

Es un delito gastar el dinero público haciendo actos de corrupción, falta de transparencia y rendición de cuentas. Pero es un crimen regresar dinero que está determinado para una política pública.Si se regresa dinero para construir un hospital, dejas a ciudadanos sin el servicio de salud, si se regresa dinero en temas de seguridad, dejas ciudadanos sin seguridad.

Tan sólo en 2017 la auditoría detectó que se subejerció 971 millones de pesos. Para el 2018, en obras de infraestructura federal se habían ejercido 250 millones de 900 que se pactaron.

Ese mismo año, en materia de seguridad el estado sólo usó el 47% de los recursos asignados en 2017; de los $406 millones de pesos en este rubro, sólo utilizó $190 millones de pesos y con ello, desaprovechó $216 millones de pesos.

De las pocas y pobres explicaciones, algunos secretarios dijeron que se regresó por norma, pero que quede claro; se regresa por norma porque hubo una ineptitud en el manejo de los recursos.

El subejercicio del presupuesto genera políticas públicas que no se llevan a cabo.

El secretario de Finanzas, por su parte, aseguró que en un Estado con déficit de recursos económicos, era difícil hablar de subejercicio. Esto es incorrecto. Aunque un Estado presente déficit en sus recursos, el dinero federal viene etiquetado para ciertos proyectos y si no se ejecuta se regresa.

Son recursos que existen y no pueden utilizarse en nada más.

¿Qué sucedió en el Gobierno del Bronco? ¿Dónde estaba la falla? ¿La ineptitud provenía de las secretarías o desde la secretaría de Administración? ¿Cuánto dinero se subejerció durante el sexenio de Jaime Rodríguez?

Son preguntas que no se han respondido y que esperemos, se resuelvan con este “nuevo” Nuevo León y que esas prácticas, sean cosas del pasado.